Esta mañana me ha tocado madrugar. Como cada día me he puesto la radio para despertarme e ir despejándome con las cosas que cuentan. Aunque hoy ha sido un poco diferente. Me he levantado casi de un brinco cuando he escuchado que en el último trimestre de 2011 se destruyeron casi 300.000 puestos de trabajo situándose el paro en nada menos que en el 23%.
Aunque no nos engañemos, esto es normal cuando se aplican medidas que favorecen los despidos en lugar de favorecer la contratación. Y es que, si de verdad se quisiese reducir el desempleo, los ingresos por IRPF también subirían, como es obvio, en la misma proporción. Y esto, además, haría innecesario el aumento de dicho impuesto que se acaba de realizar.
Pero además esto es posible que no cambie durante este año, ya que precisamente la subida del IRPF es una medida que en términos económicos, se aplica cuando se desea contraer la economía, por ejemplo, para reducir la inflación. Así que, todo lo que podemos esperar durante este año es que al tener menos poder adquisitivo, gastemos menos, y al gastar menos, otro porrón de gente irá a la calle porque no son necesarios sus servicios. Y así hasta que toquemos fondo.
Para muchos la salida está siendo salir del país, porque como se dice por ahí, "Hay tres posibles salidas de la crisis: Por tierra, mar y aire". Para qué engañarnos, quizás esa sea también la salida que yo tenga que escoger.
Pero la salida de la crisis que yo vengo a plantear es otra. Quizás muchos no puedan aplicarla, pero quien tenga una casa olvidada en el pueblo, puede irse a vivir allí, y criar algunas gallinas, cerdos, y sembrar unas patatas y unas lechugas en el huerto. No ganaría dinero, pero al menos no se moriría de hambre, y seguro que se alimenta mejor que muchos de nosotros. Y quién sabe, con un poco de suerte igual encuentra a algún vecino que le cambie patatas por manzanas. Desde luego, esta es otra salida que yo nunca he descartado.
¡Mucho ánimo a todos los que están buscando trabajo!